Tren lento

Pasa algo cuando te subes a un tren lento, hay un deseo básico que se satisface. Si bien el tren no es rápido, no parece tener de moras, simplemente avanzamos suavemente por el paisaje. Por supuesto que uno se sube a un tren para ir de un lugar a otro, tan sólo con quedarse en un lugar, lo logras. Y eso te da la libertad para relajarte, para disfrutar del paisaje que pasa sin sentir que hay otra cosa que requiere tu atención. Por ahora, ya hiciste todo lo que podía hacerse. Lo único que queda es disfrutar de la tierra que se despliega á tu alrededor como una alfombra interminable para prepararnos para el viaje. Siempre es una buena idea comenzar con una relajación breve esta noche. Vamos á hacer un ejercicio de visualización. Entonces, cuando estés listo, comencemos. Ahora tómate unos segundos para encontrar una postura cómoda, dejando ir el día, disfrutando de la sensación de haber hecho una pausa de no tener nada más que hacer. Y ahora vamos á llevar la atención á las diferentes partes del cuerpo conténtate como los músculos del cuerpo se van apagando mientras se preparan para pasar la noche, haciendo que tu cuerpo se sienta descansado y tu mente en calma y ahora comienza desde los dedos de tus pies, notando como se apagan los músculos, nota tus pies, las plantas de tus pies, todo se va apagando. Y en la parte inferior de tus piernas, deja ir cualquier tensión á medida que los músculos se van apagando. Ahora se disuelven todas las tensiones en los muslos. Deja ir esas tensiones. Y ahora Nota como se apagan los músculos de tu cadera de tu pelvis. Todo se va preparando para la noche de la cintura para abajo, todo se siente relajado en calma. Y ahora nota como se apagan los músculos del estómago y de la parte baja de tu espalda, se van apagando los músculos alrededor del diafragma, de tu pecho y de toda tu espalda. Ahora, cualquier músculo que no estés usando también se va apagando para pasar la noche. Tus hombros se van apagando ahora tus brazos y antebrazos también se apagan tus manos. Tus dedos también se van apagando. Nota cómo se apagan los músculos alrededor de la garganta y el cuello, los músculos de tu cabeza, tu cara, tu mandíbula, tus ojos, cualquier tensión se derrite á medida que todos los músculos se van apagando, los músculos se relajan en preparación para la noche y ahora permite que tus pensamientos fluyan libremente. Dales a tu cuerpo y a tu mente el espacio que necesitan para descansar. Tu habitación a bordo del tren parece el interior de un joyero lujoso y privado. Te recuestas en tu silla colada. Los asientos son de terciopelo rojo. Tienen delgados hilos dorados que recorren las costuras debajo de tus pies. Hay una alfombra violeta gruesa, mullida cálida que silencio los pasos. La puerta que da al pasillo está cerrada. Reluce por lo pulida que está la madera. Alguien limpió la habitación para que no haya ni una mota de polvo sólo para ti. Te llega el aroma de aceite...