Tren lento

Hay algo que hace que tomar un tren lento por el campo sea inherentemente satisfactorio. Aunque el tren no es rápido, tampoco parece tener de moras. Avanza de manera lenta y segura por el paisaje. Por supuesto que uno se sube a un tren para ir de un lugar a otro simplemente con quedarte en un solo lugar. Logras tu meta. Por lo tanto, todo lo demás es adicional. Tienes la libertad para relajarte y disfrutar del paisaje que pasa sabiendo que no hay nada más que requiera tu atención. La lista de tareas pendientes va a tener que esperar por ahora. Ya hiciste todo lo que podía hacerse. Lo único que queda es disfrutar de la tierra que se despliega á tu alrededor como una alfombra interminable para prepararnos para el viaje. Siempre es una buena idea comenzar con una relajación breve esta noche vamos á hacer un ejercicio de visualización. Entonces, más allá de todo lo que haya pasado hoy, quizás fué un día con muchas cosas que hacer o quizás fué un día tranquilo. Esta es una oportunidad para dejar todo eso atrás por un momento. Es una oportunidad para dejar ir los diálogos internos y encontrar un lugar de descanso en el cuerpo y en la mente. Primero encuentra una postura cómoda en tu cama y ahora tómate un momento para hacer una pausa sin moverte. Y cuando estés listo, comienza á respirar profundamente, inhalando por la nariz, exhalando por la boca y á medida que vas. Exhalando permite que tu cuerpo se vaya hundiendo en la cama y siente el peso de tu cuerpo. Ahora permite que tus pensamientos fluyan libremente y comienza a imaginar un rayo de luz cálida que fluye y recorre todo tu cuerpo. Nota como esa luz va disolviendo cualquier tensión, cualquier malestar, Y comienza á llenar tu cuerpo desde los dedos de tus pies. Va subiendo poco á poco y pasa por tus pies y tus piernas y las va llenando de la cualidad de esa luz, llenando tu cuerpo de las cualidades de calidez espaciosidad y calma á medida que va subiendo. Y ahora la luz pasa por tu cintura, pasa por tu espalda y por tu estómago. Es como si la luz se estuviera llevando cualquier sensación desagradable y la luz sigue subiendo, pasa por tu pecho, llega hasta tus hombros y comienza á bajar por tus brazos y baja, recorriendo tus brazos hasta llegar, á tus manos y á tus dedos. Hay una sensación de alivio en tu cuerpo y calma en tu mente mientras la luz sigue subiendo por tu cuello y tu garganta. La luz llega á tu cabeza y á tu cara hasta la parte más alta de tu cuerpo hasta que lo único que queda es esa sensación de calma. Y ahora suavemente vuelve á llevar la atención á tu cuerpo. Al pasar por un pueblito. El tren baja. La velocidad es un pueblito de casitas y jardines. Las vías del tren pasan al lado de lo que parece ser un vecindario. Se ven techos y chimeneas. Se ven las cercas de los jardines de todas esas casitas. Cada tanto alcanza á ver una planta más alta que las...