El jardín de la brújula

Gracias por acompañarnos hoy en el mismísimo centro de todo un punto estático en un mundo ajetreado. El viaje de hoy tendrá una pizca de magia, lo prometo. En este lugar, no hay preocupaciones, no hay nada que hacer. Sólo dejar que tu mente se distraiga con nosotros, que duerma y sueñe antes de salir. Siempre me gusta hacer un breve ejercicio de relajación. Entonces, cuando estés listo, comencemos antes que nada, encuentra una postura cómoda en tu cama y ahora lleva la atención a tu respiración. Nota en qué parte del cuerpo la sientes en la nariz, en la garganta, en el pecho, en el diafragma con el cuerpo suave y relajado. Y ahora vamos a inhalar profundamente en cuatro tiempos. Vamos a aguantar la respiración por otros cuatro tiempos y después vamos a exhalar en seis tiempos. Estás listo? Comencemos. Inhala en cuatro tiempos. Dos, tres, cuatro. Aguanta la respiración por cuatro tiempos dos, tres, cuatro. Y ahora exhala en seis tiempos dos, tres, cuatro, cinco, seis. Inhala en cuatro tiempos. Dos, tres, cuatro. Aguanta la respiración por cuatro tiempos dos, tres, cuatro. Exhala en seis tiempos dos, tres, cuatro, cinco, seis. Inhala en cuatro tiempos. Dos, tres, cuatro. Aguanta la respiración por cuatro tiempos dos, tres, cuatro. Exhala en seis tiempos dos, tres, cuatro, cinco, seis. Inhala en cuatro tiempos dos, tres, cuatro. Aguanta la Respiración por cuatro tiempos dos, tres, cuatro. Exhala en seis, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Perfecto. Ahora permite que tu respiración vuelva a su ritmo natural. Miras hacia adelante por más lejos que llega tu mirada. El horizonte está aún más lejos. Levantas la vista extendiendo la mirada. Sientes que se relajan los músculos de tu cara, los músculos de tus ojos, miras hacia lo lejos, nada bloquea tu mirada salvo una montaña, una montaña que está muy lejos. No es increíble. Este es el norte que indica la rosa de los vientos. Notas que a tu alrededor hay un campo de lavas sólida. Al principio, todo el campo parece estéril. Sientes el impulso de caminar hacia la montaña lejana, pero notas que es un volcán inactivo es seguro. Las laderas de la montaña se ven azules, moradas y cafés. La cima tiene un brillo blanco con tonos violeta. Ves una serie de piedras en el campo de lava. Las pilas de piedras te indican el camino. Te sientes protegido? Hay algo alentador en estas señales que dejaron otras personas en medio de este campo volcánico. Los aventureros que pasaron por ahí han ido creando jardines. Pero qué crecen? Un campo volcánico? Plantas muy delicadas, plantas muy fuertes. Hay musgo y lo que parecerían ser margaritas que crecen fuertes y llenas de hojas en este paisaje del norte. La luz parece una mezcla de seda y lana. Nada parece estar demasiado lejos. Todo lo que ves tiene cierta textura. Una textura agradable con solo mirar. Parece como si tocaras el paisaje. Es muy relajante. El piso te hace pensar en la luna. Está lleno de cráteres, pero tiene estos jardines de musgo y margaritas que crecen entre las piedras. Crecen a salvo, crecen con esperanza, y tú sientes como si...